La loma del tanque

La loma del tanque era el sitio donde hacia mis travesuras con los chamas de mi Lawton. Ahora voy a hacer mis travesuras en este sitio.

lunes, 23 de junio de 2014

Mia Cuba.

Tostones rellenos con picadillo a la habanera, pan cubano, “pisa” cubana,  “sangüichi” cubano, pan con “bisté”. Estos entre tantos otros son ofertas en cualquier supermercado miamense. Iba en el carro con un familiar hace unos cinco años cuando visité aquella bella cuidad y le comentaba lo lindo que se veía todo, cálido, colorido y me respondió: Evelito, así mismo estaría Cuba de no ser por la mierda aquella. Yo confieso que no sé si es verdad que así mismo estaría Cuba, pero de lo que si no tengo dudas es que para muchos cubanos, en efecto, Miami es “su Cuba”. Miami ha terminado por convertirse en ese pedacito de tierra que les arrancamos a los americanos, y a los comunistas, y que demuestra lo que podemos hacer en libertad los cubanos. Miami es para muchos de sus habitantes el último reducto de Cuba libre, la vitrina que muestra a su isla sin fideles y raules. Ahí, en esa tierra arenosa y con canales, colindan la vieja música cubana, y la nueva música norteamericana. Ahí se celebra “zanksgivin” pavo, “congrí”, yuca con mojo y aguacate, y hasta puerco asado. Miami es el único lugar del mundo donde cada 20 de mayo hay fiesta, allí el seis de enero sigue siendo el día de reyes y es donde único se sabe, hoy por hoy, por qué Songo le dio a Borondongo.

Pero, algo está pasando en aquel pedacito de tierra que yace como halada por alguna fuerza mágica y se sale  de la masa continental de Norteamérica apuntando al sur. Muchos de los que hoy se pasean por sus impecables calles y avenidas vivieron en carne propia la tortura y el estigma del castrismo, fueron, no pocos, vapuleados por vecinos y amigos de antaño, expulsados de la tierra que los vio nacer por un grupo de secuestradores del bien y el mal. Miami es, como ninguna otra cuidad en el mundo, el lugar donde se concentra el mayor número víctimas directas del comunismo latinoamericano. Sin embargo, esa gente ve hoy como el patio se les llena de comunistas, algo impensable hace unos 10 años. Gente como Pablo Milanés, entre otros abanderados históricos de la tiranía, dan conciertos en la mismísima calle 8 y hasta se dan su saltito a la Ermita de la Caridad donde tanta misa se ha dado por las victimas del sistema al que el morenito del “espendrú” por tantos años alabó. Es del carajo caballeros, porque no es fácil, después de que lograste escapar, ver a los mismos victimarios invadirte otra vez. Razones no faltan para los gritos, para la incomodidad, para el descontento. Hay que decirlo a calzón quita’o: El castrismo ha separado familias, ha matado gente, y creado mucho dolor en Cuba y ese dolor esta en Miami también y cualquier reacción ante esta invasión se queda corta.

No obstante, yo considero que hay que estar tranquilo. Ya sé, ya sé que muchos consideran a Miami como su Cuba, pero no lo es. Esa cuidad sigue siendo una urbe más de un estado de la unión americana, ahí hay que cumplir la constitución que hicieron los próceres de esa nación y nadie puede brincársela. Si bien es cierto que lo que hoy llega allá no es igual a lo que llego ayer, si bien es cierto que las oficinas de inmigración están llenas de cubanos que no saben que es el tasajo ni el quimbombó, y si es también cierto que ya aquella efervescencia que generaba el saberse ultrajado por un sistema que acabo con el civismo ha menguado luego de tantos años de acostumbrarse a la jaula y el alpiste, también es cierto que allá todo el mundo entra por el aro. No hay que preocuparse, compatriotas miamenses, jode, claro que jode, pero el absurdo no va a ganar, el castrismo no va a penetrar porque el castrismo es incompatible con la constitución yuma, el castrismo es una porquería, y a la mierda ni se le teme ni se le hace caso. A menos, y esto sería lo único que me preocuparía a mí de vivir allá, que a estos nuevos pinos que hoy pululan por allá se les ocurra acordarse de sus costumbres culinarias y que el pan con bistec en el publix más cercano sea sustituido por pan con fricandel, o que los tostones rellenos con picadillo a la habanera cedan ante el plátano burro relleno con picadillo de soya, y eso no va a suceder, porque sencillamente no sabe bien. No hay que desgastarse por nada.

viernes, 20 de junio de 2014

Ganadores

Once soldados en servicio activo y unos diez en la reserva, esa es la nómina del ejército de Costa Rica: su equipo de football. Un grupo de jóvenes armados de un par de tacos  le traen la gloria a 4 millones de personas y, ¿saben qué? con eso nos basta aquí, no hace falta más gloria que esa, la del juego, aquí ya somos libres, ya tenemos esa otra. El país entero en la calle de fiesta y nadie va a hacer política con esta proeza de nuestro escuálido ejército contra los "poderosos" del orbe. El pase a octavos de final en Brasil 2014 no es logro de gobierno alguno, y pobre de aquel que ose acreditárselo,  y mucho menos de revolución o un gran mesías, de hecho, aquí, salvo en la religión y la fe, nadie reconoce mesías, y no se vislumbran ni a lo lejos, al menos por ahora y por suerte.

Hoy me fundí en un abrazo con mis socios de la pincha, brinqué, grité y celebré como jamás he celebrado en mi terruño suceso alguno. Montones de problemas sin resolver aun, pero todos son nuestros, y de nadie más, y todos somos de acá,  todo está en nuestras manos y de esto se trata la verdadera libertad, la verdadera armonía, y hasta la misma vida. Es una dicha que seamos en Costa Rica socialmente sanos, al menos lo suficiente para tocar el cielo con algo tan simple como un deporte, es una dicha que aquí no se vele por la democracia en el mundo, y que hasta a veces se mantengan al margen y no pasen de la más vulgar, suave y hasta cómplice diplomacia. Y está bien, no me enojo,  porque ya los ticos son libres hace más de sesenta años y yo, como cubano, no moveré un dedo presionando a los gobernantes de este país para que resuelvan el problema de mi casa natal, ni para que sean más enérgicos a expensas de buscarse rollos por mí, sería una falta de respeto a la felicidad que aquí se ha logrado en estas seis décadas,  seria hasta irrespetuoso con quienes me rodean, aquí estamos por resolver lo de aquí, y en paz, no lo de allá o acullá, y lo de Cuba es cosa mía.

Escribo en este blog, y lo hago porque pienso que así puedo cooperar en algo con la causa de la democracia en Cuba, y confieso que esto es lo máximo que haré por lo que deje detrás y que no olvido. Pero vivo aquí, en un país que es libre hace mucho tiempo, al que no contagiare con mi dolor, este es problema mío únicamente. Mis hijas que celebren muchas victorias de Costa Rica, pero no quiero que lloren, ni que griten, por la tierra que vio nacer a su padre. Y no me va mal después de todo denunciando y usando la web y la tecnología como herramienta, siete entradas contando esta tiene solamente este sitio, y ya he sido leído desde Cuba y hasta recomendado con un link en el blog Sin Evasión, escrito por la luchadora Miriam Celaya quien se la está jugando todos los días. Mi agradecimiento Miriam, me place ser leído y tomado en cuenta por gente que está en la pata de los caballos fajada contra el régimen, y me da impulso para seguir blogueando. Gracias porque desde esta humilde cuartilla me has recordado que no estoy perdiendo el tiempo, y que también soy un ganador. Que viva Cuba libre, y que viva Costa Rica.

miércoles, 11 de junio de 2014

Espacios.

En Junio de 1989 el mundo vio una masacre. Ocurrió en China, en la plaza Tiananmen. Los manifestantes, unos,  los estudiantes e intelectuales, demandaban democracia y más libertades cívicas, otros, sectores de obreros industriales, protestaban por el rumbo que tomaban las reformas de una década atrás, creando inflación, desempleo y amenazando su forma de vida, pues estas reformas, según ellos, habían llegado demasiado lejos y se habían acercado mucho al capitalismo. A pesar de que los hechos más conocidos se dieron en esa enorme plaza en Pekín,  en otras áreas urbanas del país también se dieron paradas importantes. Entre los estudiantes e intelectuales que participaron en aquellas marchas muchos no tenían idea de que se trataba la democracia que pedían, pero sabían de los cambios liberales hechos por Gorvachov en la antigua URSS, y además, les estaba picando el bicho del descontento. La muerte del “reformista”  Hu Yaobang fue el detonante de las protestas. Yaobang; ex alto cuadro del gobierno, casi el uno, quien había sido obligado a renunciar a su puesto de secretario general del Partido Comunista dos años antes, supuestamente por no haber podido controlar unas manifestaciones en 1987; fue impulsor aun en funciones de reformas políticas en aras del respeto a la libertad de expresión y de prensa, y además abogaba por la rehabilitación de las víctimas de la revolución cultural, había ganado muchos seguidores.



Las calles se llenaron en Pekín, jóvenes y no tan jóvenes pedían democracia y respuestas de un gobierno al que consideraban lento, corrupto y violador de sus derechos y llegaron a concentrarse en Tiananmen 250000 personas. Los muchachos construyeron una estatua en 4 días que bautizaron como “La Diosa de la Democracia” mirando directo a la enorme foto de Mao Tse-Tung que “adorna” el sitio. Las protestas se extendieron alrededor de un mes y medio, y obligaron al gobierno chino a utilizar la fuerza bruta, y cruel, acabando con la vida de miles de civiles, según los números reportados por occidente. Fue tal la masacre que se dice que en algunos sitios se encontraron casquillos de municiones de 14.5 milímetros, que son las utilizadas por baterías antiaéreas. Al final quedó la imagen para la historia del joven que detuvo a una caravana de tanques, de quien no se tienen datos pero fue seleccionado por la revista Times como una de las 100 personas más influyentes del siglo XX.


Para muchos lo importante de estos hechos está en la demostración de deshumanización y crueldad de las dictaduras populistas o comunistas, y de su grado de atadura al poder. Para mí en cambio los hechos lo que revelan es que en ciertas condiciones los pueblos, aun frente a una dictadura totalitaria similar a la cubana, pueden llegar a poner en jaque, a punto de obligarlos a la masacre publica, a un gobierno hasta entonces en control de todo o casi todo. Rescato de esta triste historia que cuando los gobiernos comunistas crean, por lo que sea, espacios aun estando controlados, se exponen a que exploten chispas por cualquier razón. No importa si al final gano el poder en China, en realidad cualquier cosa pudo haber pasado en aquellos días, lo que importa es que el pueblo reacciono, presiono, y los obligó a matar a mansalva. De cualquier lugar, de cualquier acción o medida pueden llegarles a los tiranos los tiros. Pueden venir incluso de gente que pide más “socialismo”, de gente que pide más oportunidades ahora que le enseñan el árbol pero les esconden el hacha, y por supuesto de gente que pide democracia y libertad o, sencillamente, que se vayan los mayimbes a la mierda. Por eso yo veo espacios donde otros ven cerraduras, por eso yo veo oportunidades donde otros ven la bota. Nunca se sabe en qué pararán las cosas, nunca se sabe quien ganara, pero con tal de salir de este largo infierno de pasividad hay que ver cualquier brecha como aprovechable, hay que dar un voto de confianza a la gente, al final a nadie le gusta vivir mal toda la vida.

Dios tenga en la gloria a las víctimas de Tiananmen.


viernes, 6 de junio de 2014

Víctimas

El gobierno cubano lleva 55 años, toda su existencia, jugando un roll de victimista. Es víctima del imperio, víctima del gran capital y el capitalismo. Víctima de los medios de comunicación que, según ellos, llevan 55 años por alguna razón diabólica intentando difamar a la gloriosa revolución que lo único que quiere es el bien para todos los cubanos, y que, pobres ellos, no la dejan llevar a cabo. Y a nivel interno incluso también son víctimas, el gobierno es víctima del burocratismo y sus burócratas, de tabúes mal puestos en la gente, de autocensura en la misma gente que termina por impedirles informar, porque al final es la gente la que escribe en los periódicos ¿verdad? En fin que en lugar de revolución deberían autodenominarse como “victimolucion” o algo por el estilo.

Pero esto no fuese tan triste, porque al final que otro remedio no le queda al castrismo que victimizarse ante tanto fracaso en todas las esferas, si ese victimismo no hubiese sido traspasado también a sus pupilos, o sea, a todos los cubanos. Nosotros, lo pintorescos isleños hemos llegado a creernos victimas de todo y de todos, en menor o mayor grado. ¿Qué es mentira lo que digo, que no es tan general? Bueno, quizás no sea tan general, pero sí bastante frecuente. Acaso no leemos que somos víctimas del imperio blando, o sea, de los americanos que no hacen lo que creemos deben hacer, y que tienen planes ocultos. Acaso no nos consideramos victimas del capital también que quiere invertir en Cuba? ¿Acaso no han leído a gente que se siente víctimas de los medios porque a Raul le dicen Raul y no Castro, presidente y no tirano?  Y por supuesto, victimas ilimitadas del castrismo, llegamos a creer que ni un solo hecho en Cuba, sea cual sea, escapa de la voluntad de nuestro omnipotente y presente victimario. En fin, pareciera que perdimos la perspectiva de la realidad, que nos empezamos a creer el agujero, no voy a decir posterior-inferior sino ninguneado, del mundo. Será que no nos damos cuenta que el mundo solo está tratando de avanzar, de vivir, que a los políticos del planeta solo les interesa, no faltaba más, buscar los votos de su gente, y, entre las prioridades de los “tumbuctuneanos” no está la libertad de Cuba.


Y de este victimismo no escapa la disidencia cubana. Hoy mismo vemos como muchos disidentes culpan a otros de sus fracasos, de sus impotencias, se sienten victimas de otros por el mero hecho de que “brillan”, al menos suenan, más que ellos y ya, victimas. Olvidamos lo que se siente al concebir que sencillamente los hay más hábiles, menos hábiles y que este mundo es de los ganadores. Nunca he visto, sí, porque de esto se trataba toda esta labia, a un disidente cubano más vilipendiado desde el anticastrismo que a Yoani Sanchez Cordero. Reflexiono y me pregunto: ¿Sera mera casualidad? ¿Sera que la muchacha es mala de verdad o que aprendimos a ser víctimas y a considerarnos partículas de otros que mueven a sus antojos? En fin, la pregunta de la carreta y los bueyes aquí no cuenta. Yoani es vilipendiada porque primero, fue hábil, y luego, famosa como casi ningún otro disidente o exiliado ha sido y uno al final decide siempre si se convierte en un llorón o no, pero los cubanos aprendimos únicamente a estar a disposición de los designios ajenos, víctimas.

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